La Biblia contiene la mente de Dios, el estado del hombre, el camino de la salvación, la perdición de los pecadores y la felicidad de los creyentes.
Su doctrina es santa. Sus preceptos tienen autoridad absoluta. Sus historias son verdad. Sus decisiones son inmutables.
Léala para ser sabio. Créala para ser salvo. Practíquela para ser santo.
Ya que esta contiene luz para dirigirlo, alimento para sustentarlo y consuelo para alentarlo. Es el mapa del viajero, la vara del peregrino, la brújula del piloto y la espada del soldado. Donde el cielo es abierto y las puertas del infierno son descubiertas.
Cristo es su tema principal, nuestro bien su diseño y la gloria de Dios su fin. Debe llenar la memoria, dominar el corazón y guiar los pies.
Léala lentamente, con frecuencia y en oración. Es una mina de riquezas, salud para el alma y un río de bendiciones. Aprovéchela, nos es dada en esta vida, será abierta en el juicio y está establecida para siempre.
Demanda la responsabilidad más elevada, recompensará la labor más grande y condenará a todos los que tomen a la ligera su contenido.
La cual, conforme a sus propósitos y el plan redentor de Dios se llevan a cabo en ella destacando constante y repetidamente cinco temas principales:
1. La persona de Dios
2. El juicio por el pecado y la desobediencia
3. La bendición por la fe y la obediencia (a Dios, no a los hombres)
4. El Señor Salvador y el sacrificio por el pecado
5. El reino venidero y la gloria
Todo lo que se revela en las páginas, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento está asociado a estas cinco categorías. Las Escrituras siempre están enseñando o ilustrando:
1) La persona y atributos de Dios.
2) La tragedia del pecado y la desobediencia a la norma santa de Dios.
3) La bendición de la fe y la obediencia a la norma de Dios.
4) La necesidad de un Salvador por cuya justicia y sustitución los pecadores pueden ser perdonados, declarados justos y transformados para obedecer la norma de Dios.
5) El fin venidero glorioso de la historia redentora en el reino terrenal del Señor Salvador y el reinado eterno subsiguiente, y la gloria de Dios y Cristo.
Conforme estudiemos las Escrituras, es esencial entender estas categorías que de manera continua se repiten como grandes ganchos en los cuales se cuelgan los pasajes. Mientras se lee a lo largo de la Biblia se debe ser capaz de relacionara cada porción de las Escrituras con estos temas dominantes, reconociendo que lo que es presentado en el Antiguo Testamento luego es aclarado en el Nuevo Testamento.
Con esto en mente, se percatará que la enseñanza de 1914, un Cuerpo Gobernante que afirma ser nombrado por el amo, no es el tema principal y mucho menos central de las enseñanzas de la Biblia.
Dios no le preguntará a usted por la "nueva luz" que el reveló en La Atalaya de estudio del día X. Y mucho menos por lo que para usted era verdad hace 1, 2, 5, 10 ó 20 años atrás, él lo juzgará por las palabras escritas en su Palabra. Recuérdelo.
Fuente: La Biblia de estudio MacArthur.