Si usted es un ávido lector de las publicaciones de la Sociedad, seguramente ya debe ir dándo los primeros vistazos a La Atalaya del 15 de Abril de 2010, en la cual, "nueva luz" es revelada a través del autoproclamado "esclavo fiel y discreto", esta nueva luz, es respecto a lo que los Testigos de Jehová DEBEN comprender que se refiere a lo de la "generación" de la cual Jesús habló en Mateo 24:34, respecto a los acontecimientos de los últimos días. Lo primero que llama mi atención, es lo que se menciona en las páginas 9 y 10, (párrafo 12, énfasis mío):
(...) Jehová emplea su espíritu para conducir en la dirección que desea a su organizacion, la cual tiene una parte terrestre y otra celestial... En la visión de Ezequiel se representa a esta última como un carruaje que avanza imparable por los aires para cumplir el propósito divino. ¿Qué impulsa a este vehículo a tomar un rumbo u otro? El espíritu santo.
Primero dicen que Jehová emplea a su espíritu para conducir en la dirección que el estime conveniente. Y es así como el espíritu santo termina siendo el responsable de todo el vaivén de enseñanzas cambiantes y caducas. Nótese que en ningún momento asumen responsabilidad por aquellas enseñanzas que resultaron ser falsas. El artículo luego les indica que deben OBEDECER LEALMENTE estas "instrucciones":
Lógicamente, esa misma fuerza guía a la otra parte de su organización, la parte terrestre. Por eso, al obedecer lealmente las instrucciones que esta nos da, estamos avanzando al paso del carruaje de Jehová [su organización] y cooperando con su espíritu (Heb. 13:17).
Luego, como no podía faltar, se continua afianzando al lector a que acepte estas "verdades bíblicas" o "luz espiritual" (párrafo 13) citando para ello Prov. 4:18:
En tercer lugar, el espíritu santo aclara progresivamente las verdades bíblicas (Pro. 4:18). Desde hace muchas décadas, esta revista es el medio principal que utiliza "el esclavo fiel y discreto" para hacernos llegar la luz espiritual (Mat. 24:45).
Y ya con todo eso previamente "cargado" en la mente del Testigo, hacen la respectiva introducción o presentación de la nueva "verdad":
Tomemos como ejemplo la explicación sobre la "generación" que mencionó Jesús (léase Mateo 24:32-34). ¿Quiénes la componen?
Más adelante, en el párrafo 14, encontramos la respuesta:
Aunque no se puede calcular cuánto dura "esta generación", hay que tener presente un hecho: la palabra generación suele referirse a personas de distintas edades cuyas vidas se traslapan durante un período que no es demasiado largo y que tiene fin (Exo. 1:6). Entonces, ¿como debemos entender el comentario de Jesús sobre "esta generación"? Todo indica que la vida de los ungidos que estaban en la Tierra en 1914 "cuando comenzó a manifestarse la señal de la presencia" se traslaparía con la de otros ungidos que verían el inicio de la gran tribulación. Esta generación tuvo principio y también tendrá fin.
Lo más curioso de todo, es que aunque ahora dicen que "no se puede calcular cuánto dura 'esta generación", esto es precisamente lo que han estado haciendo durante décadas, fijando un período de tiempo para una "generación" (Véase La Atalaya 1 de Junio de 1997, pág. 28; ¡Despertad!, 8 de Abril de 1988, pág. 14).
Pero el punto en cuestión es el siguiente, ahora una generación se traslapa una con la otra, cuando el propio Cuerpo Gobernante (¿o debería decir que fue el espíritu santo?) había dicho que eso NO podía entenderse de esta manera, veamos:
Cuídese de la impaciencia(...) Sin embargo, ¿pudiera extenderse la señal por muchas generaciones humanas? No. La señal se presenta durante una sola generación en particular. La misma generación que fue testigo del principio de la señal será también testigo de su culminación en “una tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio de la creación”. Tres historiadores, Mateo, Marcos y Lucas, registraron la seguridad que Jesús dio de esto. (Marcos 13:19, 30; Mateo 24:13, 21, 22, 34; Lucas 21:28, 32.)
Con todo, hay el peligro de que uno se impaciente. Ya han pasado 74 años desde que estalló la I Guerra Mundial en 1914. Desde el punto de vista humano esto pudiera parecer un tiempo muy largo. Pero algunos cristianos que tienen vista de águila y que vieron la I Guerra Mundial están muy vivos todavía. Su generación no ha pasado.- La Atalaya, 15 de Octubre de 1988, pág. 4.
Esta declaración o "verdad" fue dada hace casi 22 años atrás, es decir, ahora han pasado 96 años (casi un siglo) desde que estalló la primera guerra mundial y esa generación a la que la revista se refiere, ya toda ha muerto.[1]
Es así como primero, para sustentar una postura, dan un argumento, luego, cuando esta postura caduca, el argumento (que ellos mismos habian dado) termina contradiciéndolos, funcionando como espada de Damocles, es decir, primero van en una dirección, y luego en otra totalmente opuesta, y muchas veces regresando a la primera postura tomada inicialmente, y tristemente, nadie parece notarlo pues se les siembra en la mente equivocada idea de que van avanzando en un carruaje, que representa a la organización, la cual lleva un "avance imparable".
Es así como primero, para sustentar una postura, dan un argumento, luego, cuando esta postura caduca, el argumento (que ellos mismos habian dado) termina contradiciéndolos, funcionando como espada de Damocles, es decir, primero van en una dirección, y luego en otra totalmente opuesta, y muchas veces regresando a la primera postura tomada inicialmente, y tristemente, nadie parece notarlo pues se les siembra en la mente equivocada idea de que van avanzando en un carruaje, que representa a la organización, la cual lleva un "avance imparable".
[1] Recuerde que la postura oficial de la Sociedad durante décadas fue que "esta generación" se refería a 'Quienes recuerden los acontecimientos de 1914' (Vea el libro La Verdad que Lleva a Vida eterna, ed. 1981, pág. 95, párr. 3, publicado en 1968 en inglés; ¡Despertad!, 8 de Abril de 1969, págs. 13-14; La Atalaya, 1 de Abril de 1981, pág. 30; La Atalaya, 15 de Mayo de 1984, pág. 7. Vea también la pág. 4 de los Despertad entre 1988 y agosto de 1995) y para ello, las personas debían tener al menos 10 años (por ser optimistas) para poder ver y percibir los acontecimiento de 1914, es decir, estas personas hoy en día tendrían -como mínimo- 106 años!