Cuando conocí por primera vez a los Testigos de Jehová, yo tenia solo 17 años. Aunque era católico de nacimiento, nunca había tenido una Biblia en mi mano, hasta que me tropecé con los TJs...
En el transcurso de los años, mi celo por la obra, fue recompensado con responsabilidades cada vez mayores. Fue así como serví de superintendente presidente en siete congregaciones. Contribuí directamente a la fundación de tres de estas congregaciones por medio de mi actividad de tiempo completo durante 15 años. Un día, recibí de la Sede Central de Brooklyn, NewYork, mi nombramiento como superintendente de distrito. Debido a mis funciones, pasaba algunas veces semanas en las sucursales de la Sociedad Watch Tower y llegue a tener conocimientos muy detallados sobre el funcionamiento de la obra, especialmente sobre las informaciones confidenciales. Tenía también contactos personales con los miembros del Cuerpo Gobernante a los que les traduc?a los discursos en algunas asambleas. Siendo como ellos un miembro "ungido", estaba autorizado a tomar parte del pan y del vino durante el Memorial anual... Con el tiempo, me fui dando cuenta de que los dirigentes de los TJ estaban equivocados en sus predicciones y en sus explicaciones de la Biblia. Pero yo buscaba excusas para esos errores y los atribuía a la imperfección humana.... ¡hasta el año 1998!.
1 comentarios:
Impresionante!!! Creo que nuestro amigo TH debería leer cosas como esta a ver si de pronto reflexiona un poco...
Bendiciones.
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