Cómo es descrito el Infierno en la Biblia

Un poco de historia

La negación de la inmortalidad del alma y el infierno es una de las pocas enseñanzas que la Sociedad Watchtower no ha cambiado desde que fue fundada por Charles T. Russell, quien tuvo serios problemas para aceptar esta doctrina (y otras como la Trinidad):

"Un Dios que usara su poder para crear a seres humanos de los que hubiera preconocido y predestinado que habrían de ser atormentados eternamente no podría ser sabio, justo ni amoroso. Se guiaría por una norma inferior a la de muchos hombres."
Los Testigos de Jehová Proclamadores del Reino de Dios, Capítulo 5, pág. 43.

Es más, para que Russell pudiese [volver a] creer en la Biblia, él necesitaba ‘deshacerse’ de esta doctrina, y con esta idea previa en mente, fue que iniciaron los estudios de la Biblia en 1870. [1] Finalmente, Russell terminó adaptando la creencia de los adventistas quienes ejercieron una fuerte influencia en él [2], de hecho, los adventista aún hoy en día, niegan la inmortalidad del alma y el infierno.

Esta doctrina es descrita y enseñada por la Sociedad Watchtower de la siguiente manera:

«El Seol o Hades… se refiere a la sepultura colectiva a la que van los difuntos o, lo que es lo mismo, al lugar simbólico donde la mayoría de la humanidad duerme el sueño de la muerte… la Biblia señala que las personas que no resucitarán no se encuentran en el Seol o Hades, sino en un lugar llamado Gehena”, que tampoco es literal.»
— ¿Qué enseña realmente la Biblia?, editado por la Watchtower, 2005, pág. 212,213, énfasis añadido.

¿El Infierno "No es literal" porque la Sociedad lo dice o así lo quiere creer? ¿o porque realmente la Bíblia así lo enseña?


Algunos datos interesantes:

La palabra “Hades” aparece 10 veces en ambas Biblias (RV60 y TNM).
La palabra “Seol” aparece 66 veces en la TNM y 65 veces en la RV60.
En la Traducción del Nuevo Mundo (TNM), la palabra “infierno” no existe, ya que es traducida como “Gehena”.
En las Biblias como la Reina-Valera 1960, la palabra “infierno” solo aparece 13 veces.
En la TNM, la palabra “Gehena” aparece 12 veces, y aparece una vez la palabra “Tártaro”.


Cómo describe la Biblia el infierno:

Si bien la palabra “infierno”, “Gehena” o “Tártaro” solo aparecen 13 veces en ambas Bíblias, ¿en realidad podemos decir que NO es un “lugar literal” como afirma y enseña la Watchtower (y los Adventistas)?
Pues bien, aunque estas palabras sean utilizadas pocas veces en la Biblia, resulta interesante que la enseñanza del infierno aparece descrita muchísimas veces en la Bíblia (aún en la TNM):
Ahora considere las siguientes descripciones que la Biblia hace de este lugar y veamos si este es descrito como un lugar “no literal” como afirma y enseña la Sociedad Watchtower y saque sus propias conclusiones:

1. Un lugar de viento abrasador (Salmos 11:6)
2. Un lugar de dolores (Salmos 18:5)
3. Un lugar de llamas eternas (Isaías 33:14)
(Note que la TNM ha es la única que traduce este versículo de manera que cambia totalmente su significado, compare este versículo con cualquier otra Biblia.)
4. Un fuego consumidor/devorador (Isaías 33:14)
5. Un lugar de tinieblas (Mateo 8:12)
6. Un lugar llamado ‘las tinieblas de afuera’ (Mateo 8:12)
7. Un lugar “donde su gusano no muere y el fuego no se apaga” (Marcos 9:48)
(Note que esta expresión es dicha 3 veces por Jesús (vers. 44, 46 y 48), pero estos son omitidos en dos ocasiones en la TNM (vers. 44 y 46).)
8. Un lugar para los no perdonados (Mateo 12:32)
9. Un horno de fuego (Mateo 13:42)
10. Un lugar de lloro y crujir de dientes (Mateo 13:42)
11. Un lugar de castigo eterno (Mateo 25:46)
(Note que de nuevo, la TNM es la única que traduce este versículo de manera que se adapte a sus enseñanzas, traduciéndolo como “cortamiento eterno” compárelo con cualquier otra Biblia.)
12. Un lugar de tormentos (Lucas 16:23)
13. Un lugar de angustia donde las personas suplican misericordia (Lucas 16:24)
14. Un lugar de fuego llameante (Lucas 16:24)
15. Un lugar donde las personas ruegan (Lucas 16:27)
16. Un lugar donde las personas no quieren que sus seres queridos vayan (Lucas 16:28)
17. Un lugar de oscuridad y tinieblas eternas (Judas 1:13)
18. Un lugar donde las personas son atormentadas con fuego y azufre (Rev. 14:10)
19. Un lugar donde el humo del tormento de las personas sube por los siglos de los siglos (Rev. 14:11)
20. Un lugar donde las personas no tienen descanso de día ni de noche (Rev. 14:11)
21. Un lugar donde las personas muerden sus lenguas de dolor (Rev. 16:10)
22. Un lugar donde las personas blasfeman contra Dios (Rev. 16:11)
23. Un abismo (Rev. 20:1)
24. Un lago de fuego (Rev. 20:15)


Ahora, considere, ¿realmente estas descripciones que la Biblia hace (note que algunas de ellas fueron hechas por el propio Jesús) describen el infierno como un lugar “no literal” como afirma y enseña la Watchtower?
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Si aún cree que el infierno es descrito como un lugar “no literal”, seguramente considera la parábola del rico y Lázaro de la misma manera, entonces, ¿porque no aplica el mismo principio a la parábola del esclavo fiel y discreto (Mateo 24:45-47) que utiliza la Sociedad Watchtower para auto-adjudicarse autoridad y colocarse en un lugar privilegiado? Note que ambas son parábolas, una es tomada de forma literal, pero la otra no.
La parábola del rico y Lázaro es tan evidente que ni siquiera los propios discípulos de Jesús, que muchas veces le pidieron que les aclarara su significado, en esta ocasión, no lo hicieron. ¿No cree que lo habrian hecho si la inmortalidad del alma y el castigo del infierno hubieran sido doctrinas contrarias a las enseñanzas de Jesús?

Si la Sociedad Watchtower se ha equivocado tantas veces en profetizar el fin del mundo, ¿no estará también equivocada respecto a esta enseñanza? ¿A quién está siguiendo? ¿Porqué no pone mejor su confianza en lo que dice y enseña la Palabra de Dios, la cual es verdad?

Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. (Apoc. 20:15)


Y es para salvarnos de esta condenación es que Jesús vino, para rescatarnos de la maldición de la ley, el pago el precio, nos compró con su preciosa sangre, no tenemos que pagar absolutamente nada por ella, es gratis:

Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. (Apoc. 21:6)

Jesús es el único que puede darnos vida eterna y salvarnos de la condenación eterna, la decisión final, la tiene usted, ¿qué hará con él? ¿lo rechazará o lo recibira?

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12)

«El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a juicio, mas pasó de muerte a vida.» (Juan 5:24)

«Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.» (Romanos 10:9-10)

Por lo tanto, no es Dios quien nos condena, somos nosotros mismos quienes nos condenamos por rechazar el sacrificio que Jesús hizo por nosotros (Juan 3:16) o por buscar comprar nuestra propia salvación con obras, las cuales son como trapos de inmundicia para Dios (Vea Isaías 64:6; Efesios 2:8-9; Romanos 11:6 y Romanos 3:28).

Porque NO envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. (Jun 3:17-18)

Órele al Señor Jesús de esta manera:

"Señor Jesús, vengo a ti reconociendo que soy pecador. He quebrantado tus leyes y no soy digno de estar ante tu santa presencia. Reconozco que la paga de mis pecados son la separación eterna de tu presencia, me arrepiendo de todos mis pecados. Reconozco que veniste a morir por mi y que resucitaste al tercer día. Te pido en este momento, Señor Jesús, que vengas a mi corazón, que me perdones por todos mis pecados, y que seas mi Dios y mi Salvador. Te entrego el control de mi vida y recibo tu Espíritu Santo como señal de ser adoptado como hijo tuyo. Gracias doy al Padre por enviarte a morir por mí y derramar tu preciosa sangre y reclamarme para la eternidad. ¡Gracias Señor, en el nombre de Jesús, Amén!"

¡Bienvenido a la familia de Dios!

Si desea más información acerca de la inmortalidad de el alma y el infierno, vea la segunda parte de la presentación: Respondiendo algunas dudas.

[1] Edmond C. Gruss, ‘Apostles of Denial, ‘Presbeterian and Reformed’, 1970, 1986, p. 40.
[2] Proclamadores, pág. 46, 120; Reprints’, pág 288-9; 3821-3

1 comentarios:

Anónimo dijo...

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